“Maestra, ¿cómo quiere que le ponga límites a mi hijo si es autista”

Este comentario va muy de la mano con una charla que tuve con una colega de USAER (Unidad de Servicio en Apoyo a la Educación Regular, aquí en México). 

Te cuento.

En una ocasión tuve una reunión con todos mis padres de familia. Al terminar, los papás de un chico con autismo se acercaron a mí para hablar y me dijeron cosas como:

“Es que  me da pena regañarlo”.

“Es que si le hablo fuerte lo voy a traumar”.

“Es que ¿cómo le digo que no cuando me pide algo?”.

“Es imposible ponerle límites si es autista”.

Bien.

Justo sobre eso comentaba una colega:

Los papás de ahora dejamos de ser los adultos de la casa. Nos da terror hacer enojar a nuestros hijos. 

“¿Qué quieres hacer?” 

“¿A dónde quieres ir?”

“Si te cae mal tu tía, entonces no iremos a visitarla”.

Y pobrecitos de nosotros si no hacemos lo que nuestros hijos quieren. Se perdió la jerarquía. Ya no hay padres-hijos.

En nuestro afán por no ser padres autoritarios nos hemos ido al extremo. Ahora los hijos mandan.

Los tiempos han cambiado en eso estoy de acuerdo, pero el respeto se debe mantener en cualquier generación.

Y parte de ese respeto se ve claramente en los límites y en la forma en que los niños se desenvuelven.

Por ejemplo: hace unas semanas visité a una ex compañera maestra, que ya es abuela y ahí en su casa andaban la hija y el nieto (6 años).

Estaba sentada frente a esta maestra en su sala, platicando ya sabes. Entonces viene el niño y empieza a hablar.

Mi ex compañera trató de seguir platicando conmigo. Entonces el nieto gritó muy molesto: “¡Quiero que me hagan caso cuando estoy hablando!” Y golpeó el suelo con un bate de plástico.

Tanto mi ex compañera como la mamá del niño dejaron de hablar y se dedicaron los siguientes minutos a ver lo que él hacía.

Yo estuve esperando a que la charla continuara, pero cada vez que las adultas queríamos hablar, el niño volvía a gritar para que solo lo miráramos a él mientras jugaba.

Así se nos fue la visita. 

Poner límites no es exclusivo para los niños neurotípicos. También los chicos con alguna condición deben conocer los límites.

Y cuando se habla de los chicos con autismo, es muy necesario una estructura en su conducta. 

Con esto no quiero decir que los tengamos como soldaditos marchando a nuestro ritmo o que los tengamos atemorizados.

Hay que crear un entorno de confianza y respeto en el hogar. Y eso aplica también en el respeto hacia una indicación de los padres.

Los niños con autismo también necesitan aprender a seguir una indicación, a seguir instrucciones.

Es de suma importancia que ellos tengan una rutina y límites muy claros en su conducta. 

Esto no solo los ayuda a desenvolverse mejor, sino que les da tranquilidad y estabilidad emocional al saber qué hacer y cuándo hacerlo (o no hacerlo).

Para enseñarles sobre conducta y cómo manejarse en diversas situaciones sociales hay muchas estrategias y herramientas.

Por ejemplo:

Historias sociales.

Cuadernillos sobre normas y reglas.

Tarjetas con pictogramas.

Juegos interactivos.

(Todo esto lo tenemos en la plataforma Autismo Paso a Paso, así que te dejo los detalles aquí).

Además de una lección en audio super potente sobre cómo poner límites a nuestros chicos con autismo. Esa lección la tienes dentro de la plataforma.

Entonces, ¿qué te recomiendo como padre o madre de un chico autista?

No tengas miedo a poner límites. Al contrario: darle una estructura a tu peque será una de las mejores cosas que podrás hacer por él.

Está bien decir NO. 

En la vida así pasa, no siempre obtenemos un sí. 

Recuerda que ahí afuera las personas no tendrán la misma paciencia que tú para tu hijo. 

Tu niño crecerá y tendrá que adaptarse al mundo. Si desde pequeño lo preparas para esto, él sentirá menos frustración y sabrá cómo reaccionar ante la vida.

Pero si nunca le enseñas, la tendrá muy difícil al crecer porque el mundo no se adaptará a él.

Así que educa con respeto y amor, pero siempre pensando en que tú no siempre estarás a su lado. 

Dale las herramientas para que pueda solo. Será un trabajo arduo, pero será la mejor herencia que podrás dejarle.

Con cariño, Yoli.

P.D. ¡Faltan pocos días para el regalo! Este 3 de febrero enviaremos el regalo a todos los miembros de la membresía Autismo Paso a Paso.

Será la única ocasión en que mandaremos esta herramienta súper útil. Si entras después del 3 de febrero a la membresía, ya no podrás obtenerla ya que nunca más la tendremos disponible.

Para acceder es aquí.