Es un hecho que los niños con autismo viven en un mundo muy caótico y cambiante, en el cual muy difícilmente pueden estar preparados para entender y responder adecuadamente a todos los estímulos que les rodean. Todos los niños, independientemente de si tienen autismo o no, experimentan miedos o fobias en algún momento de su vida. Es parte del proceso de crecimiento. Sin embargo, puede ser angustiante ver a nuestros pequeños asustados y tan vulnerables.
Como padres, nuestro trabajo es guiar a nuestros pequeños, mostrarles que no hay nada que temer y ayudarlos a comprender el mundo que los rodea. Que cada miedo tiene una razón de ser o una explicación, y con amor y paciencia, podemos enseñarles a enfrentar y superar estos temores.
En este post, exploraremos la diferencia entre el miedo y una fobia en niños con autismo, las causas detrás de estos miedos, y lo más importante, cómo podemos apoyarlos para que se sientan seguros y comprendidos. Continúa leyendo para descubrir estrategias prácticas que puedes implementar hoy mismo para ayudar a tu pequeño a superar sus miedos.
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➤ Diferencias entre Miedo y Fobia en el Autismo
Es importante entender que el miedo y la fobia no son lo mismo. Los miedos son reacciones normales ante situaciones o cosas que percibimos como amenazas, mientras que las fobias son miedos irracionales que no tienen una base lógica en su intensidad o en su objeto. En el caso de los niños con autismo, estos miedos pueden parecer más extremos debido a sus sensibilidades sensoriales y a la forma en que procesan la información.
Por ejemplo, un niño con autismo puede tener un miedo intenso a las ranas. Aunque estos anfibios no representan una amenaza real, su piel húmeda y resbaladiza puede resultar muy desagradable al tacto para él. Este miedo tiene una razón lógica y es comprensible que ver o incluso pensar en estos animales le cause terror. Es un miedo intenso, pero está basado en una experiencia sensorial específica y no necesariamente es irracional.
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Por otro lado, las fobias en los niños con autismo son miedos que no tienen una explicación lógica y son desproporcionados en su intensidad. Por ejemplo, un niño puede tener fobia a que algún objeto pesado colgado en una pared o en una repisa caiga sobre su cabeza, aunque nunca haya pasado o visto que esto suceda. Este miedo irracional puede estar relacionado con una ansiedad general sobre el control y la seguridad. La idea de que algo pueda caer sobre él y lastimarlo y al no tener ningún tipo de control para evitarlo puede causar una gran ansiedad, a pesar de que no hay evidencia de que eso pueda ocurrir.
Entender la diferencia entre miedo y fobia es crucial para poder apoyar a nuestros pequeños de manera efectiva. Los miedos pueden ser abordados al comprender la fuente del temor y trabajar gradualmente para desensibilizar al niño. Sin embargo, las fobias pueden requerir un enfoque más especializado, a menudo con la ayuda de un terapeuta, para ayudar a nuestro pequeño a manejar su ansiedad de manera más efectiva. Al reconocer y diferenciar estos sentimientos, podemos crear un entorno más comprensivo y de apoyo para nuestros pequeños.
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➤ El miedo en niños con autismo
Nuestros pequeños a menudo tienen miedos que pueden parecer inusuales o irracionales para nosotros. Por ejemplo, hay quienes pueden tener un miedo intenso a las barbas, a los baños, o a ciertos animales. Estos miedos pueden surgir de experiencias pasadas o de la percepción que tengan de ellos. Imagina que tu pequeño tiene miedo a un sonido particular, como el de la secadora o la lavadora, y cada vez que escucha ese ruido, entra en pánico. Este tipo de reacción es una muestra de cómo los miedos pueden manifestarse de manera intensa en niños con autismo.
Es importante que observemos atentamente a nuestros pequeños en todo momento, esto para identificar aquellos momentos en los que presentan síntomas o cambios en su comportamiento que pueden indicarnos que están atravesando una situación que les está provocando miedo. Estos pueden ser:
⭐ Síntomas Físicos de temor y fobia en niños con autismo
- Sudoración excesiva:
Algunos niños pueden empezar a sudar mucho cuando están asustados. Por ejemplo, tu pequeño puede comenzar a sudar intensamente cuando se acerca la hora de su cita médica, incluso si es solo un chequeo rutinario.
- Temblor:
El miedo puede causar temblores en sus manos o cuerpo. Podrías notar que tu pequeño tiembla visiblemente cuando escucha un ruido fuerte como el sonido de una sirena o un trueno.
- Palpitaciones rápidas:
Una reacción muy común al miedo es cuando sentimos que nuestro corazón está acelerado. Es probable que tu pequeño llegue a sentir que su corazón está “golpeando muy rápido» cuando está en un lugar nuevo o lleno de gente que no conoce.
- Respiración agitada:
La respiración rápida o entrecortada es otro signo de temor. Podría pasar que al estar cerca de un perro, tu pequeño puede empezar a respirar de manera agitada, incluso si el perro está tranquilo.
- Tensión muscular:
La tensión en los músculos, especialmente en los hombros y el cuello, es común. Podrías ver que tu hijo se pone rígido como una tabla cuando lo llevas a un lugar ruidoso como una fiesta de cumpleaños.
⭐ Cambios en el comportamiento de niños con autismo causados por el miedo
- Evitar ciertas situaciones o lugares:
Los niños con autismo pueden evitar lugares o situaciones que les causan miedo. Por ejemplo, si tu pequeño le tiene miedo a los baños, puede resistirse a entrar al baño e incluso tener accidentes por el hecho de evitar entrar a esa habitación.
- Llorar con frecuencia o tener rabietas:
Las lágrimas y las rabietas son el medio favorito de nuestros pequeños para expresar su miedo. Podrían romper en llanto y tener una rabieta cada vez que escuchan un sonido repentino y muy fuerte, como el de los fuegos artificiales o el motor de una motocicleta al arrancar.
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- Volverse más irritables o agresivos:
El miedo puede hacer que los niños se irriten fácilmente o se comporten de manera agresiva. Por ejemplo, tu pequeño podría volverse agresivo con sus hermanos al sentir miedo durante algún momento mientras juegan juntos, y la forma más fácil e inmediata que que encuentra para «rechazar» esa situación, es mediante un golpe.
- Buscar consuelo constante:
Algunos niños buscan constantemente a sus padres para sentirse seguros. Como cuando tu pequeño te sigue a todas partes y no quiere separarse de ti cuando siente miedo a quedarse solo en una habitación.
- Dificultad para dormir o pesadillas:
Los miedos pueden llegar a afectar el sueño de tu pequeño, haciendo que tenga dificultades para mantenerse dormido o que se despierte con pesadillas. Un claro ejemplo es el miedo a la oscuridad, donde los niños se despiertan varias veces durante la noche por el temor de no saber qué es lo que se encuentra a su alrededor.
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Estas respuestas físicas y conductuales no son meros caprichos, sino señales claras de que nuestros pequeños están experimentando una angustia real. Al identificar estos comportamientos, podemos identificar la raíz del problema y comenzar a crear un plan para ayudarlos a enfrentar y superar sus miedos de una manera efectiva.
➤ El Miedo y la Hipersensibilidad en Niños con Autismo
La hipersensibilidad sensorial es una característica muy común en niños con autismo, y este rasgo puede ser la razón de los miedos y fobias en nuestros pequeños. Esta hipersensibilidad significa que todos los estímulos sensoriales a su alrededor, como los sonidos, las luces, formas, colores o texturas, pueden sentirse mucho más intensamente. Por ejemplo, un sonido que para nosotros puede ser divertido, como el del juguete con forma de pollo que aprietas y suena, puede ser insoportable para ellos. Este tipo de experiencias intensificadas, pueden llevarlos a desarrollar miedos a situaciones que involucren estos estímulos y no deseen involucrarse nuevamente en ellas.
Imagina que tu hijo se asusta cada vez que enciendes la licuadora. Para él, el sonido puede ser tan fuerte y abrumador que desencadena un miedo profundo. Esta reacción no es solo por el rechazo al ruido, sino una respuesta a cómo su cerebro procesa ese estímulo. Al entender que sus miedos pueden estar arraigados en su hipersensibilidad, podemos abordar estos temores con más comprensión y paciencia, buscando maneras de reducir la exposición a estos estímulos o ayudarles a adaptarse gradualmente.
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⭐ Estímulos que pueden causar miedo en niños con autismo
Imagina que tu pequeño tiene miedo de entrar al baño porque las luces son muy altas y el sonido del agua (debido a alguna fuga) le resulta ensordecedor, o se asusta al ver a alguien con barba porque esa imagen le parece desconocida y amenazante. Estos miedos específicos son comunes en niños con autismo y pueden dificultar su día a día.
Aquí te presento una lista de estímulos que pueden causar temor, junto con ejemplos para que puedas identificar si tu pequeño está pasando por algo similar:
- Ruidos fuertes:
Fuegos artificiales, sirenas, aspiradoras, licuadoras, o incluso el motor de un auto pueden ser aterradores para nuestros pequeños. Imagina que cada vez que arrancan un vehículo, tu hijo da un brinco del susto, se tapa los oídos y se pone a llorar.
- Texturas y formas:
Algunas texturas de ropa, como las etiquetas o ciertos tejidos, pueden causar rechazo. Así mismo, las formas fuera de lo normal, como las que se forman en una habitación oscura, pueden causarles una gran impresión al no saber qué es lo que las origina.
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- Entornos desconocidos:
Lugares nuevos o cambios en su entorno habitual pueden generarles ansiedad. Como visitar una plaza comercial nueva, en la que tu pequeño está expuesto a diferentes estímulos por primera vez. Es probable que desde la entrada a la plaza, tu pequeño presente temores al ver cosas nuevas por primera vez.
- Personas con características físicas específicas:
Como personas con barbas, sombreros o gafas. Por ejemplo, tu hijo puede asustarse al ver a un vecino con gafas de sol o con un gran sombrero porque esa imagen no le es familiar o normal para él.
- Situaciones específicas:
Como ir al médico o recibir una inyección. Tu hijo podría tener un miedo intenso a las inyecciones debido al dolor que le puede provocar.
➤ ¿Cómo trabajar el Miedo en niños con Autismo?
Como padres, ver a nuestros hijos enfrentar sus miedos puede ser muy desgarrador, especialmente cuando no sabemos exactamente a qué le temen ni cómo podemos ayudarlos. Por eso, es esencial trabajar en las herramientas que necesitan para comunicar sus temores e inseguridades.
De esta manera, podemos intervenir de manera efectiva, enseñándoles a manejar sus miedos y brindándoles el apoyo necesario para sentirse seguros. A continuación, te comparto algunas estrategias efectivas que pueden marcar una gran diferencia para tu pequeño:
- Valida sus sentimientos:
Es importante que tu pequeño sepa que sus miedos son reales y válidos. Decirle cosas como, «Entiendo que te asusta ese sonido. Estoy aquí contigo,» puede ayudarle a sentirse comprendido y apoyado. Al permitirle comunicar su temores y validar sus sentimientos, le mostramos que está bien tener miedo y que estaremos allí para ayudarlo.
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- Crea un entorno seguro:
Mantén un entorno predecible y tranquilo en casa. Esto puede incluir mantener una rutina diaria que les dé una sensación de seguridad. Un ambiente estable y libre de sorpresas puede reducir la ansiedad y los miedos. Por ejemplo, tener una hora fija para ir a la cama y un ritual de buenas noches puede ayudar a tu hijo a sentirse más seguro.
- Exposición gradual:
Introduce lentamente a tu pequeño a la fuente de su miedo en un ambiente controlado y seguro. Si le teme a la licuadora, empieza por encenderla brevemente mientras está en otra habitación y luego acércalo poco a poco. Este enfoque gradual puede ayudar a desensibilizarlo al estímulo que le causa miedo, permitiéndole enfrentarlo sin sentirse abrumado.
- Usa ayudas visuales:
Pictogramas y otras ayudas visuales pueden ayudar a explicar y desmitificar los miedos. Puedes usar dibujos para mostrarle lo que va a suceder y reducir su ansiedad. Por ejemplo, antes de una visita al médico, muestra a tu pequeño algún cuento con pictogramas o historia social donde se hable de la consulta médica para que sepa qué esperar.
- Practicar técnicas de relajación:
Enseñarles a respirar profundamente o a usar métodos de relajación puede ser útil. Puedes practicar la respiración profunda juntos antes de enfrentar una situación que les cause miedo. Actividades como el yoga para niños o la meditación también pueden ayudar a reducir la ansiedad.
- Reforzamiento positivo:
Elogia y recompensa los pequeños logros en la superación de sus miedos. Cada pequeño paso es un gran logro y merece reconocimiento. Si tu pequeño logra acercarse un poco más a la licuadora encendida, felicítalo y dale un abrazo. Reforzar los comportamientos valientes ayuda a construir su confianza.
- Buscar ayuda profesional:
Un terapeuta especializado puede proporcionar estrategias adicionales y apoyo para tu pequeño. No dudes en buscar ayuda si sientes que necesitas orientación adicional para ayudar a tu hijo. Un profesional puede ofrecer terapias específicas, como la terapia cognitivo-conductual, que ha demostrado ser efectiva para tratar fobias en niños con autismo.
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Implementar estas estrategias con paciencia y consistencia ayudará a tu hijo a enfrentar sus miedos, brindándole la confianza que necesita para manejar sus emociones y situaciones desafiantes. Recuerda que cada pequeño es único, y lo que funciona para uno puede no ser igual de efectivo para otro, pero lo más importante es estar ahí, ofrecer amor y apoyo incondicional, y celebrar cada pequeño paso hacia adelante. Con tu ayuda y comprensión, tu pequeño puede aprender a enfrentar y superar sus miedos, llevándolo a una vida más divertida y feliz.
➤ ¿Cómo tratar las fobias en niños con autismo?
Tratar las fobias en niños con autismo puede ser un proceso complicado, pero con la ayuda adecuada, es posible hacer grandes avances. Un psicólogo infantil o un terapeuta especializado en autismo puede ser de gran ayuda para abordar estas fobias. Estos profesionales están capacitados para entender las necesidades específicas de los niños con autismo y pueden utilizar una variedad de métodos terapéuticos para ayudarles a superar sus miedos.
Uno de los métodos más comunes es la terapia cognitivo-conductual (TCC). Esta terapia se centra en identificar los pensamientos y comportamientos negativos asociados con la fobia y reemplazarlos con pensamientos y comportamientos más positivos y racionales. Por ejemplo, un terapeuta puede trabajar con el niño para desensibilizarlo gradualmente a la fuente de su miedo, como una rana, utilizando técnicas de exposición. Esta técnica implica exponer al niño de manera controlada y gradual al objeto de su fobia, comenzando con imágenes y avanzando lentamente hasta el contacto directo, siempre asegurándose de que el niño se sienta seguro y apoyado en cada etapa del proceso.
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¡No estás solo en este camino!
Otro método efectivo es la terapia ocupacional, que puede incluir estrategias sensoriales para ayudar a los niños a manejar sus respuestas a estímulos que pueden desencadenar miedos. Por ejemplo, si un niño tiene miedo a los ruidos fuertes, un terapeuta ocupacional puede enseñarle técnicas de regulación sensorial, como el uso de auriculares con cancelación de ruido o la práctica de ejercicios de respiración profunda para reducir la ansiedad en situaciones ruidosas.
Es fundamental que los padres trabajen en estrecha colaboración con estos profesionales, siguiendo sus recomendaciones y apoyando a sus hijos en casa. Con tiempo, paciencia y las estrategias adecuadas, es posible ayudar a nuestros pequeños a superar sus fobias y llevar una vida más tranquila y feliz.
➤ Actividades de estimulación sensorial para Niños con Autismo
Trabajar en los miedos y fobias en niños con autismo es un desafío que requiere paciencia, comprensión y estrategias efectivas. Reconocer la diferencia entre miedo y fobia es el primer paso para ofrecer el apoyo adecuado a nuestros pequeños. Los miedos, aunque intensos, suelen tener una base lógica y pueden ser manejados a través de diferentes estrategias. Las fobias, en cambio, son miedos irracionales que pueden causar una ansiedad significativa y pueden requerir la intervención de un profesional para ser superadas.
Como padres, nuestro papel es estar atentos a los signos de angustia, brindar consuelo, dar apoyo y utilizar herramientas como ayudas visuales y técnicas de relajación para ayudar a nuestros hijos a enfrentar sus temores. Recuerda que no estás solo en este camino; buscar ayuda profesional es una parte importante del proceso y puede hacer una gran diferencia en la vida de tu pequeño.
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