Te contaré algo que después de leer seguro te cambia la vida, bueno eso depende de ti.

¿Te has dado cuenta que ahora queremos todo de forma inmediata?

Es muy atractiva esta idea, por eso ha proliferado tanto. 

¿Lo has notado? ¿Has visto que la publicidad y las empresas le están apostando mucho a la rapidez? ¿A lo inmediato?

Esto(lógicamente) está “educando” a las personas. Viene  una generación acostumbrada a tener las cosas rápido, con solo presionar un botón. 

Eso es alarmante en realidad, porque la vida no es así.  En la vida no se nos dan las cosas solo con presionar un botón.

Al menos las cosas que valen la pena no se dan así. Hay que perseverar, resistir y hacer.

Hacer mucho.

La vida no te dará las soluciones como si fuera una pizza de Little Caesars (que está lista en segundos). 

Incluso esa aplicación “Rappi” (para pedir comida, solicitar mandados y demás), tiene la rapidez en el nombre.

Mucho cuidado con el mensaje que hoy está recibiendo la sociedad.

Pero insisto: La realidad no es así. 

Te invito a hacer el siguiente ejercicio:

Observa a tu alrededor y encuentra qué cosas valiosas se logran al instante. 

Y después piensa en qué cosas se logran con tiempo y esfuerzo. 

Tener un cuerpo en forma, tener los dientes sanos y blancos, preparar una rica comida, el crecimiento de un árbol, comprar o construir una casa, leer un libro, terminar una carrera universitaria, un embarazo… Todo eso lleva tiempo, esfuerzo y trabajo.

Son cosas que se obtienen con tiempo y esfuerzo. No hay más.

Hoy una mamá se me acercó en la escuela y me dijo: “¿Por cuánto tiempo necesito llevar a mi hijo a las terapias? (Como te he contado en otros correos, doy terapias de lenguaje por las tardes).

La pregunta de esta mamá fue en un tono molesto e impaciente. Además de que dijo “no tengo tiempo para realizar los ejercicios que usted manda”.

Le expliqué que para mejorar el lenguaje se necesita tiempo y dedicación. La adquisición de lenguaje es un proceso y todo proceso lleva tiempo.

Es algo que no se mejora en un chasquido de dedos. (Como en una película que le encanta a mi hijo donde desaparece medio universo con un chasquido de dedos). 

Nada que valga la pena es al instante. 

El otro día acompañé a mi hijo a que le pusieran brackets, él preguntó “¿cuánto tiempo tengo que tenerlos puestos?”. 

La doctora amablemente le dijo:

 “El tiempo que sea necesario, ten en cuenta cuánto tiempo llevas con los dientes desalineados, vamos a enderezar hueso y llevará tiempo.”

¿Qué tiene esto que ver con el Autismo?

Todo. 

Para enseñar a nuestros chicos con autismo se necesita realmente implicarse. Se necesita tiempo y paciencia.

Todo aquello que valga la pena lo necesita, y educar a un chico con autismo sin duda lo requiere.

La “ley del mínimo esfuerzo” es algo que lamentablemente está invadiendo nuestra sociedad, como si fuera un virus que solo crece y crece. 

Por suerte hay personas que se han dado cuenta y que saben que las cosas que valen la pena llevan tiempo y esfuerzo. 

Hay personas que saben que para cosechar, hay que sembrar.

Aquí quiero felicitar y agradecer a todas esas personas que ya están dentro de “Autismo paso a paso”.

Felicidades por querer hacer más por sus chicos. 

Felicidades por tener la disposición de aprender de quienes seguimos recorriendo el camino del autismo.

Felicidades por no darte por vencido en los días difíciles.

Felicidades porque seguro que con tu implicación en la enseñanza de tu chico, él podrá tener las herramientas para su futuro.

Vienen cosas muy grandes para ti, socio de “Autismo paso a paso”.

En los próximos días te contaré.

Con cariño, Yoli.

P.D. Si no sabes qué es “Autismo paso a paso” aquí tienes más detalles.